La Esclerosis Múltiple es una enfermedad desmielinizante, neurodegenerativa, crónica y no contagiosa del Sistema Nervioso Central. Afecta a la sustancia blanca, mielina, de la médula espinal y del cerebro de forma intermitente.

En las zonas afectadas se destruye la vaina de mielina que recubre los nervios, siendo sustituido por unas placas de tejido endurecido, a lo que se denomina esclerosis, por lo que se retarda la comunicación nerviosa o simplemente se ve interrumpida.

Es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes de los adultos jóvenes, siendo entre 20- 40 años la edad de aparición. Las causas de la enfermedad están aún por determinar, siendo las más acertadas una causa autoinmune, el clima y aunque no es una enfermedad hereditaria, últimos estudios han relacionado un gen con la enfermedad.

Aunque cada afectado presenta la enfermedad de una forma diferente, los síntomas más comunes son alteraciones en el sistema urinario, alteraciones sexuales, alteraciones en la vista, espasticidad, fatiga, temblor, pérdida de fuerza, dolor, acortamientos musculares, pérdida de sensibilidad, alteraciones de la marcha, afectación del equilibrio, alteración en la coordinación, deterioro cognitivo, trastornos psicológicos, afectivos y comportamentales.

Modificación del Curso de la Esclerosis Múltiple

Existen tratamientos capaces de disminuir el número de brotes, así como de retrasar la progresión de la enfermedad, lo que ha permitido modificar el curso de la enfermedad.